Resfriado y gripe

Resfriado y gripe, dos términos que parece que siempre van cogidos de la mano pero que en
realidad toman dos caminos diferentes. ¿Sabías cuáles son las principales diferencias entre
ambas patologías?¿Cuánto es lo que se asemejan en realidad? ¡Allá vamos!

Ambas enfermedades están producidas por un virus. En el caso de la gripe, se trata del virus
de la influenza, del que existen tres tipos; A, B y C.
De estos tres, los tipos A y B son los más relevantes clínicamente, ya que son los causantes
de provocar epidemias, al contrario del tipo C, que provoca infecciones sin apenas
sintomatología.
En cuanto hablamos de resfriado común, existen varias familias de virus que pueden
producirlo, siendo el rinovirus el más habitual y el responsable del 50% de los casos. El
resfriado es una enfermedad especialmente común en niños, e implica una de las principales
causas de absentismo laboral y escolar en los países desarrollados.
En ambos casos, los virus se suelen contagiar a través de gotas y pequeñas partículas
expulsadas por la nariz y boca. El periodo de incubación del resfriado normalmente es de
24-72 horas con una duración aproximada de 7 días. Entre estos síntomas son los habituales
la congestión nasal, rinorrea (secreción nasal), estornudos, dolores de cabeza y tos. Apenas
provoca fiebre, o si lo hace es muy baja, y genera malestar general y cansancio.
En la gripe, el periodo de incubación es más corto, es de entre 18 a 36 horas. La principal
diferencia con el resfriado fundamentalmente, es que la sintomatología comienza más
bruscamente con fiebre, dolor muscular y cansancio. Puede ir seguida de mucosidad,
congestión nasal, tos, dolor de garganta y de cabeza y pérdida de apetito.
En la mayoría de los casos, las personas se curan sin necesidad de tratamiento. La fiebre suele
desaparecer de 3 a 5 días, pero otros síntomas como la debilidad se pueden alargar hasta 14
días.
La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir
tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas aquejadas
de otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar graves complicaciones de la
enfermedad, provocando neumonía o agravando la situación del paciente.
La forma más eficaz de prevenir la gripe es la vacunación, que está muy recomendada en
grupos de riesgo o personas que suelen estar en contacto con este conjunto de personas.
Se trata principalmente, de personas mayores de 65 años, enfermos crónicos, niños pequeños,
mujeres embarazadas y/o trabajadores de centros sanitarios.

TRATAMIENTO
Para el resfriado común, como hemos mencionado anteriormente, la mayoría de los casos
mejoran sin tratamiento, normalmente en un plazo de una semana, alargándolo como mucho
hasta los 10 días.
Mientras el cuerpo se cura, lo que debes hacer es cuidarte. Los antibióticos NO SON
ÚTILES CONTRA EL VIRUS del resfriado y no deben utilizarse a menos que haya una
INFECCIÓN BACTERIANA.
Para aliviar los síntomas siempre se pueden utilizar medicamentos de venta libre para bajar la
fiebre, para calmar los dolores corporales, la congestión y la tos.
Otros remedios que te pueden ayudar desde casa:
– Bebe mucho líquido y evita la cafeína y el alcohol (pueden deshidratarte).
– Toma poco a poco líquidos calientes (son reconfortantes y pueden aliviar la
congestión), siempre puedes añadirles miel para ayudarte con la tos.
– Descansa. Intenta quedarte en casa si tienes fiebre o tos fuerte o si te sientes cansado
después de haberte tomado la medicación, esto te ayudará a descansar y recuperarte,
además de reducir las posibilidades de contagiar el resfriado a los demás.
– Regula la temperatura y la humedad de la habitación. Mantén un espacio cálido pero
sin excederte, si el aire está seco, un humidificador puede aliviar la congestión y la
tos (mantén limpio el humidificador para evitar el desarrollo de bacterias y moho).
– Para aliviar el dolor de garganta, haz gárgaras de agua con sal y luego escúpela.
– Prueba con gotas o sprays nasales de solución salina, pueden mantener los conductos
nasales húmedos y aflojar la secreción nasal.
Para el tratamiento de la gripe, en la mayoría de los casos es suficiente combatiendo los
síntomas de la fiebre, dolores musculares y de cabeza utilizando antipiréticos y analgésicos.
Se aconseja también un buen reposo y una buena hidratación.
Al igual que en el resfriado común, los antibióticos NO ESTÁN INDICADOS para tratar
esta patología a no ser que el especialista médico lo vea necesario ó detecte una infección
bacteriana.
Otros fármacos que pueden usarse (aunque en un corto periodo de tiempo) serían los
antitusivos y descongestivos nasales para aliviar los síntomas de la tos y la congestión nasal.

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